El acto central se llenó de espectadores que no quisieron perderse la gran gesta de Don Suero
Hospital de Órbigo volvió a llenar este domingo cada rincón de historia, tradiciones y gente con laa XXIX edición de sus Justas Medievales del Passo Honroso, una fiesta declarada de interés turístico regional que recrea cada año la gesta de Don Suero de Quiñones, caballero que rompió trescientas lanzas por el amor de doña Leonor de Tovar en 1434.
El tiempo acompañó en una jornada clave y el público respondió al llamado de su día grande, en el que el torneo, el desfile de pendones y caballeros en sus monturas, la gran batalla y los bailes medievales protagonizados por las damas, todo adereazdo por la música popular fueron los grandes protagonistas. Sin olvidar al mantenedor de esta edición, la empresa Mondelez, toda una insignia en el municipio a la que el alcalde, Enrique Bustos, agradece «todo lo que ha dado a esta zona y por eso hemos querido rendirle este pequeño homenaje». La compañía, instalada en Hospital desde el año 65 ha sido una gran generadora de empleo en la zona, de ahí el homenaje que le ha querido rendir el municipio.
Si este sábado, primer día de las Justas de Hospital fueron muchas las personas que no quisieron perderse esta cita con el medievo, el domingo no se quedó atrás en afluencia de público. El tiempo acompañó para revivir una tradición que da sentido al Órbigo como comarca y a Hospital como escenario del torneo del medievo más apasionante: el Passo Honrosso que hizo célebre a Don Suero.
En la primera jornada, tal y como señaló Bustos, los actos se desarrollaron según lo previsto y hubo un hito que agradeció el regidor: que más gente se animó a vestirse de época. «Cada vez son más personas las que lo hacen y eso es de agradecer», apuntó.
Ayer fue el día grande de la fiesta más emblemática de Hospital de Órbigo. La jornada comenzó con el tradicional pasacalles de la mano de Sartaina y la apertura de otro de los platos fuertes: el mercado medieval. La recepción del mantenedor y las actividades infantiles animaro la jornada hasta la llegada del gran acto: las Justas Medievales del Passo Honroso de Don Suero de Quiñones, amenizdas por las damas del Passo, los pendones, las insignia y estandartes, los gaiteros, los caballeros, los cómicos, los monjes y los cetreros. No faltó nadie en la esperada rememoración.
Se celebró el gran torneo en el Palenque y los caballeros y las damas se hacieron acompañar de sus escuderos para enfrentar sus lanzas y recrear la victoria del hijo del Conde de Quiñones. El Passo Honrosso data del año 1434. Don Suero de Quiñones y otros nueve caballeros Leoneses celebraron unas justas entre el 9 de julio y el 10 de agosto de aquel año, que era año Santo Jacobeo.
La historia cuenta que Don suero cayó prisionero de amor de una dama que no les secundó en sus intenciones, y decidió llevar un fierro al cuello, para demostrar la esclavitud que sentía y de la cual esperaba liberarse. Así, todos los caballeros de Europa fueron retados cerca del puente del Órbigo, y se concertaron las justas, se publicó el reglamento y se levantaron las tiendas y los palenques para determinar qué 10 caballeros eran los campeones, que, a pesar de sus heridas decidieron emprender el camino de Santiago hasta Compostela.
Una historia de las de verdad que ha vuelto a ser recreada este fin de semana en Hospital de Órbigo y que cientos de personas no quisieron persderse un año más, y van casi 30.